Nuevamente traigo reseña de otro anime clásico de los ’80, Las Guerras de Venus, conocido más como The Venus Wars o Vinasu Senki. Dicho anime es una película anime de unos 100 minutos adaptación del manga homónimo de Yoshikazu Yasuhiko. En este caso corre a cargo del estudio Triangle Staff (NieA7, Serial Experiments Lain, etc) dirigido por el mismo creador y colaboración en el guión de Yûichi Sasamoto y música de Joe Hisaishi, una producción de Bandai Visual, Gakken, and Shochiku. Lanzada en marzo de 1989 y relanzada en el 2012 como dvd con adaptaciones como el formato panorámico, estamos ante un film de manganime que sería la contra parte a Akira en su época, o dicho de una manera más sencilla: Akira se encuentra en Venus y el experimento es terraformar el planeta. Para no confundiros, se trata de un escenario de ciencia-ficción de un planeta Venus poblado bajo un mundo dieselpunk. Más tras el corte.
En el año 2003 un cometa llamado Apollon colisiona con el planeta Venus transformando la atmósfera y modificando los océanos de ácidos, añadiendo a su vez una rotación similar a la de la tierra. Esta situación brinda a la Tierra la posibilidad de terraformar el planeta para su colonización. En el año 2012 se inicia la colonización de Venus y se terraforma en buena medida. Para el año 2089 Venus tiene cerca de un millón de habitantes y su sociedad está ámpliamente dividida en dos naciones: el continente del norte Ishtar, y el continente del sur de Aphrodia.
Un mundo con dos sociedades bastante diferentes entre sí y mucho más de acuerdo a las convenciones de la Tierra, bajo la apariencia de llamarse Venus se esconde un planeta donde las guerras lo están devastando, la terraformación no ha funcionado todo lo bien que se deseaba y la miseria y la pobreza se dispara entre quienes les dieron unas tierras que no puede resistir ni las heladas del mes oscuro ni la aridez del verano. En dicho escenario, Susan Sommers una reportera despanpanante, llega después de viajar desde la Tierra para descubrir que se esconde en Venus, sus conflictos y la dura vida de sus habitantes. Sin embargo, Susan se verá envuelta en algo más que miseria: una invasión sobre la ciudad de Io, conocida por sus carreras de rollerballs brutales, va a suceder y enfrentará nuevamente los reductos de una nación que está siendo aplastada por otra.
Opinión personal
- Cuando uno termina de ver un anime como Akira, siempre se puede preguntar: ¿dónde puede encontrar más de esto? Suele ser extremadamente difícil encontrar equivalentes cuando un anime es muy bueno, mucho más si es una obra maestra como Akira. Sin embargo, si tratamos de salvar distancias y queremos ver un anime con una calidad notaria con una ambientación que recupere parte del estilo de uno, sí podemos encontrar alternativas. Las Guerras de Venus es una gran opción a Akira desde luego.
- Con ello no quiero quitarle mérito ni a uno ni a otro, ni establecer comparaciones. Sencillamente poner sobre la mesa cómo existen opciones para disfrutar. A parte de encontrarnos ante un escenario dieselpunk en vez de cyberpunk, de hallarnos en un lugar distinto como es Venus y no en Neo-Tokyo en la Tierra, lo cierto es que los elementos distintivos de Akira que le daban gran fuerza como su suave animación y estética, las luchas de motoristas callejeros, la ciudad oprimida y llena de miseria, ese cierto nihilismo que se huele en el ambiente, el grupo rebelde tildado de terroristas pero que lucha por causa justa, etc. Esos elementos los hallaremos en The Venus Wars.
- Su argumento es original y guión es derrochador de unos personajes muy marcados con características personales que van de la valentía a la estupidez, de la holgazanería a la alcahuetería, donde ser el tipo más arrogante puede marcar la diferencia del tipo más humilde en la misma situación, de cómo los personajes sangran y les duelen las heridas (bastante harto de los que se recuperan tan fácilmente de un buen golpe…), de cómo se puede morir en la guerra o simplemente de una forma estúpida. Venus nos deja una cara que pareciera más bien sacada de Marte, de la guerra, del odio y la fuerza, donde pobreza, miseria e ignorancia triunfan siendo los embaucadores, los fuertes y los parásitos los que prosperan. En esta historia, viviremos unas crónicas de Venus muy interesantes del un conflicto bélico y del devenir de una pandilla de moteros, los comandos asesinos, en dicho conflicto. Hiro, Gary, Miranda, Maggie, Jack, etc. son la juventud de Io con sus claroscuros enfrentados ante el último y crucial punto de una devastadora guerra entre las dos naciones estado de Venus.
- Dejando de lado la profundidad de su guión, quiero hacer hincapie en su estupenda y poderosa animación con un estilo que nos recordará a Akira, con menos intensidad en sus paisajes pues los escenarios de Akira eran brutales, y en Venus estaremos salvo en lugares como Io, frente a un panorama de desiertos y localidades vacías llenas del polvo de un planeta que no acaba de arrancar su terraformación para hacerlo sustentable, al menos entre las tierras de Aphrodia. Destaca por la gran fluidez de las animaciones, espectaculares explosiones y escenas de acción tanto de combates físicos que son pocos (la persecución de Hiro por la policía) como por las escenas bélicas (los tanques de Ishtar frente a Io, las luchas de los rollerballs en las competiciones, los monoplazas de combate en sus operaciones, el duelo entre Hiro y el Capitán Kurtz en el cañón…). Para su época destila calidad en todas sus escenas y no se queda corta ni en la más simple (la lentitud del momento íntimo entre Hiro y Maggie).
- El sonido tanto en efectos como el doblaje en castellano en el que fue distribuido en su día por Manga Films, son de gran calidad y no hay nada malo destacable. Tiene algunas canciones que ayudan a reforzar su emocionalidad, sobretodo para el final mientras muestra los créditos.
Conclusión
No entro en más detalles. Es un clásico de la ciencia-ficción y más de lo dieselpunk. Es muy recomendable y lo considero una obra maestra. Es la segunda vez que la veo y me ha encantado más incluso que la primera.