Tras el desastre de la primera serie de anime, Studio DEEN se hizo cargo en otoño de 1998 de sacar a la palestra una nueva serie de anime basada en el manga de Eat-Man, con unos 12 episodios. Con el director Toshifumi Kawase, esta serie hizo una aproximación mucho más parecida a las historias relatadas en el manga tratando de consagrarse como la disculpa o arreglo al estropicio de la anterior serie. Nuevamente Bolt Crank se verá envuelto en aventuras como el mayor mercenario del mundo, en uno donde no solamente existe ciencia sino también cierta magia.
Bolt Crank es un mercenario que tiene una habilidad muy especial: todo metal que ingiere es capaz de volverlo a reproducir o incluso de transmutar en poderosos objetos o armas que puede emplear a su antojo. En esta nueva serie su protagonista se verá envuelto en diferentes aventuras, algunas de ellas arcos argumentales de varios episodios, y siguiendo un cierto orden que ofrece mayor comprensión sobre el origen de tan mítico mercenario, del mundo en el que formó parte en su pasado con aquellos niños que fueron sujetos de experimentos en búsqueda del ser perfecto o en la de proteger en sus encargos a personas incluso del mismo quien le contrata. Un mundo donde ciencia y magia se mezclan, con Bolt Crank muy distinto de la anterior serie.
Opinión personal
- Ahora sí hallaremos historias más coherentes, con una narrativa menos críptica y un protagonista que acepta lo que es, un mercenario, y no pretende hacer gracias insulsas (o poner sonrisitas tontas), monstrando una seriedad y profesionalidad en el desempeño de sus encargos. Algunas de las historias que trata Eat-Man ’98 abarcan temas difíciles en un mundo donde la ciencia ha avanzado mucho, demasiado. Desde la experimentación humana con niños para lograr seres vivos con unas capacidades sorprendentes, donde Bolt Crank es un personaje central en ese huracán, con secundarias como el primer arco argumental donde su amistad es mucho más que eso abordando temas como la identidad como persona. Otros secundarios como el de Hard Wolfstar que al igual que Bolt es un mercenario, pero a diferencia del segundo no tiene ninguna habilidad especial salvo su astucia, lo veremos en arco argumental donde quienes parecen ser malos a veces no lo son tanto, pero también en una historia policíaca de intrigas por el poder político entre un presidente y el candidato del senado con más posibilidades.
- Lo que quiero decir es que las historias son más sólidas, muestran una cierta continuidad temporal y son más lógicas. Los diálogos ya no son tan absurdos y el doblaje hace gala de los actores previos en la edicion de Selecta Visión.
- La animación ha sido más refinada que la anterior sin perder la esencia del estilo del manga, así tendremos diseños más fieles a la estética, mejor acabado, una animación menos brusca y más suave. El apartado de color se aleja de lo sombrío que ofrecía la anterior y aborda panoramas más claros que ayudan a situarnos en el contexto narrativo. Algunos como la protección de la muchacha en la torre pueden sugerirnos ideas interesantes como la inutilidad de un conflicto que se lleva vidas humanas cuando la retenida por encima de todo ello, tiene la magia de la inmortalidad.
- Su apartado sonoro es aceptable, pero sin ser muy destacable, lo mismo para su opening y ending que son discretos.
Conclusión
Podría adentrarme a tratar más aspectos, pero prefiero no desgranar mucho más para evitar spoilear. Si eres fan de Eat-Man es una serie de anime recomendable, para el resto de público solamente aquellos que les guste la ciencia-ficción pues además de corta, quizás sepa a poco. Personalmente como sigue el estilo de los años ’90 me gusta este tipo de animación.