Tras un largo lapso de tiempo debido a mi casi aplicación por la traducción de un proyecto, y el longevo anime de hoy, pues se hizo esperar bastante tiempo que volviera hacer una entrada. El anime que terminé justo ayer de ver, es «¡Estás arrestado!» más conocida por hispanoamérica como «¡Están arrestados!», y en Japón como Taiho Shichauzo, del mangaka japonés Kôsuke Fujishima. Un anime que adapta en una temporada de 51 episodios el manga que se publicó entre 1986 y 1992, bajo el Studio DEEN a través de la TBS. El anime fue lanzado en octubre de 1996 nos llegó a España con una adaptación bastante libre en la que incluso se les cambió el nombre a los protagonistas. Así por ejemplo Natsumi Tsujimoto pasó a ser Olivia; Miyuki Kobayakawa pasó a ser Laura; Shoji Tokairin se le llamó Frank; Aoi Futaba fue Álex; Ken Nakajima como Tan Guy; Yoriko Nikaido como Ana, etc. Algo que nos puede conducir a errores desde luego si observamos sus nombres originales. Dicho anime trata sobre las aventuras de Laura y Olivia como agentes de policía en una comisaría japonesa donde básicamente se ocupan de cuestiones de tráfico.
Las aventuras de Laura y Olivia giran entorno a dos agentes de la policía metropolitana de Tokyo, en el servicio del distrito de policía de Bokuto en Sumida, una estación inventada que no existe en la realidad, pero que nos sirve para ver las habituales tareas rutinarias de un cuerpo de policía japonés: desde poner multas de tráfico, a tareas más humanas como ayudar a los niños a cruzar las calles para ir al colegio, sin olvidarse de casos de posibles ladrones. Con este anime además veremos una pareja tenaz en la que una es caótica y desordenada, pero fuerte y atrevida llevando una minimoto con la que dar caza a los malechores, mientras su otra compañera mucho más tranquila y serena, es quien es la experta en mecánica. Ellas dos, y el resto de protagonistas dentro de la comisaría, nos harán vivir el día a día de este cuerpo de seguridad.
Opinión personal
- Sinceramente cuando empecé a verla no me esperaba gran cosa, la verdad es que no sentía especial atracción por la temática del anima y mucho menos sabiendo que eran dos personajes femeninos quienes se llevarían el protagonismo, no tanto porque fueran hembras, sino porque Japón es un país donde las mujeres suelen estar bastante encasilladas, lo que consideraba que afectaría al normal desarrollo del papel que tendrían. Sin embargo confieso que me sorprendió que se alejara de ese tipo, de hecho uno de los protagonistas acabará siendo una sorpresa bastante curiosa con su habilidad para los disfraces.
- No es un anime con un argumento que siga como trata vertebradora, sino que estamos ante episodios práctiacamente todos sueltos, sin conexión de línea argumental de historia, pero que evidentemente denotan el paso del tiempo. Así pues habrá un primer episodio introductorio cuando Olivia se incorpora a filas en la comisaría; pero también veremos como evolucionan sus habilidades, sus técnicas, incluso el uso de los vehículos. Olivia es experta con la minimoto, pero una negada para los coches. Así que por ejemplo durante la serie veremos como se saca el carné de conducir coches.
- Uno de los aspectos que más me llamó la atención para verlo fue que está basado en el manga del autor de Ah! Megamisama!, por lo que era una buena oportunidad de descubrir su estilo anterior y ver qué caracterización les marcaban a personajes comunes, tan normale del día a día como pueden ser unos policías de tráfico. Y la verdad es que me gustó bastante ya que no hay personaje que se parezca a otro: carácteres encontrados de todo tipo, vagos, trabajadores, optimistas, pesimistas, iracundos, serios, graciosos, chismosos, aprovechados o egoístas, manipuladores, justicieros, bondadosos, etc. Existe un elenco muy variado y plástico en los personajes que hace que nuestras protagonistas no sean de corta/pega de manga habitual. Si bien a veces las historias pueden ser tan fáciles y comunes como pueden ser el ladrón de abuelos, lo cierto es que en ocasiones acaba por dar situaciones un poco cómicas. Digamos que hay un tono bastante desenfadado.
- Por otra parte, algo me llamó poderosamente. Un manga de finales de los ochenta y un anime de mediados de los noventa. Bueno, ya sabéis los que me hayáis leído anteriormente: me chiflan esos estilos de una época en que el moe y todo ese fanservice no existía en cantidades industriales. Y eso se nota en un estilo de animación de calidad, fresca y original con personajes que no vienen marcados por llevar el pelo de multicolores distintos con cara genéricas: aquí hay personajes altos y bajos, gordos y flacos, con arrugas y pieles tersas, con colores de piel distintos, con ojos y mentones distintos… en definitiva, lo que para mi gusto es un anime que trata de tener personalidad propia ofreciendo una estética única y a la vez que caracterice por lo visual de una forma más elborada que meter peinado X con Y color como se suele hacer.
- El doblaje fue el castellano, y dejando de lado ese desliz de cambiar nombres para adaptar culturalmente un anime en una época que se expandía en las cadenas de televisión en España con esa fea costumbre, lo cierto es que tiene un doblaje bastante bueno para su época. De hecho, la voz de Tan Guy la he reconocido como la de un doblador de reportajes en cierta cadena de televisión que dan hoy día habitualmente xDD
Conclusión
No me extiendo más. Me ha gustado a pasar de ser una serie regulera sin mayor atractivo que ver las aventuras de unos polícias normales y corrientes, no harán nada espectacular, pero cumplen con su deber. Y unas protagonistas femeninas en aquella época fuera de los cánones encasilladores es algo que la hace interesante. Quizá para quienes gusten del creador de Ah! Megamisama! o para quienes gustan del anime de los noventa como yo.