Y el anime de hoy se trata de Samurai Deeper Kyo basado en el manga de Akimine Kamijô. El anime a cargo de Junji Nishimura con el Studio DEEN emitido originalmente por TV Tokyo durante el año 2002, con sus 26 episodios de unos 20 minutos de duración, fue doblada en España gracias a la distribución de Jonu Media. Como ya se puede deducir del título, estamos ante un manganime donde la historia japonesa y sus samuráis hacen acto de presencia en la trama haciendo su razón de existir las luchas que éstos ofrecerán en este shônen. Si bien no he leído el manga, se sabe que la adaptación del anime tan solamente difiera por ser más acorde a las políticas de poca sangre y de evitar los desnudos propios de TV Tokyo. Además también de que el anime ofrece menos importancia a uno de los protagonistas, Yuya, para ofrecer por otro lado mayor información de Kyo, especialmente de su pasado y sus compañeros como Akira. Le costó despegar cuando la empecé a ver, pero a partir de la mitad del anime empieza a adquirir forma y tomar lugar mezclando la historia con la fantasía, algo que me costó digerir debido a que esperaba algo puramente histórico.
La historia se situa pocos años después de la batalla de Sekigahara, a principios del siglo XVIII. Un joven vendedor ambulante de medicinas de nombre Kyoshiro llega a conocer un día a Yuya, una muchacha que trata de buscar recompensas empleando su arma de fuego para ello. Sin embargo acabarán siendo atacados por un invididuo que parece ser un «genjo», una criatura diábolica o fantástica que trata de cazar a Kyoshiro acusándolo de ser Kyo ojos de ogro, el asesino de mil hombres. A raíz de ello una segunda personalidad se apoderará del cuerpo de Kyoshiro: el propio Kyo quien estuvo latente en el cuerpo de Kyoshiro. Y tras salvar de un apuro a Yuya, decidirá ir en busca de su cuerpo original para estar completo con el fin de ser el más fuerte samurái.
Y así dará inició una larga travesía en que Kyo y Yuya irán junto a otros personajes que se cruzarán en su camino como Yukimura Sanada y algunos de sus más fieles seguidores, quienes también tienen interés en el rumbo del destino del shogunato de Tokugawa; o Benitora, maestro de siluetas, quien se interesará por Kyo al comprender cuan fuerte llega a ser como luchador y compartirá camino con él.
Opinión personal
- Las cosas como son, la historia le cuesta despegar y aparte de darnos una situación temporal feudal en japón, la estética y costumbres, lo cierto es que el elemento fantástico en el que quimeras o criaturas monstruosas aparecen rompen bastante con esa idea inicial de ver algo puramente histórico. De hecho asistiremos a cambios en la historia tal como es al ser relatados de una forma distinta para dar cabida a un elemento importantísimo como es la batalla de Sekigahara donde Kyo y Kyoshiro lucharon a muerte pendiendo el destino de la humanidad de ello. Si bien los primeros episodios pueden llegar a ser un tanto genéricos propio de un shônen más del montón, a la mitad del anime el guión cobrará nuestro interés para atraparnos en esa trama en que Kyo quiere recuperar su cuerpo, la aparición de nuevas armas mortales, las intrigas palaciegas, la aparición de secundarios mínimamente interesantes que supondrán un reto para el propio Kyo atrapado en el cuerpo de Kyoshiro, etc. Así que no es un anime que con ver un par de episodios vaya a enganchar, requiere de al menos casi la mitad para que realmente empecemos atar algunos cabos y comprendamos de qué mal y enemigos hay de fondo, donde un villano como Kyo puede convertirse en un héroe.
- La estética del anime es más que buena, conserva el toque que tenían los animes entre la época 2000-2005 antes de que entonces todo se volviera todo «igual» (el que me haya leído en otras entradas, entenderá a qué me refiero), pero sin embargo sí que se le puede echar en cara que los elementos fantásticos no se han limitado a la estética nipona, sino que ha abusado de inventos modernizantes que para mi gusto cuesta de digerir: esa pistola de tres cañones de Yuya, la muramasa de uno de los protagonistas, o las criaturas grotescas, todo ello se escapa a la estética feudal japonesa. Ya por no hablar del tramo final, donde aparecerán un «enemigas» que son puro fanservice mal puesto como un pegote.
- El opening y el ending con su doblaje español puede parecer raro en un primer instante, pero le acabaremos pillando gusto de escuchar en varias ocasiones. En términos generales el doblaje español es bueno, pero el sonido y la música no destaca. De hecho he llegado a escuchar sonidos genéricos de cuasi dominio público a estas alturas (como lo pajaritos en los bosques, que a veces es que estaban incluso fuera de lugar para ambientar).
- Se abusa de planos con animaciones de imágenes fijas, algo que denota que no inviertieron todo el tiempo y dinero que realmente requería la animación, lo que acaba por dar un aspecto un tanto poco acabado en algunas animaciones y escenas. Aunque viendo lo que otras compañías como Toei llegan hacer con la reciente DBZ, lo de SDKyo es gloria a su lado.
- Tiene buen elenco de personajes secundarios, tienen historias que se cruzan entre sí, otros que ocultan identidades, técnicas propias, vestuario diferenciado… han sido bastante cuidados y no meros personajes planos. Se podrá observar que Kyo tiene sus límites y sus interes, y que ambos chocan con los de otros. Y a veces el malo no es tan malo, y el bueno tampoco es un santo.
Conclusión
No es un anime imprescindible, pero si te gustan los samuráis, estás dispuesto a salirte un poco de una historia histórica o realista (como sería el caso de Ruroni Kenshin que es fiel a su época) con elementos fantásticos o armas imposibles, pues es un anime recomendable para pasar el rato, por encima de la media pero sin brillar notablemente.