Estaba haciendo una práctica y por casualidad tenía que buscar la nomenclatura concreta de la construcción del suicidio, así que escribí en Google la palabra «suicidio» y me dio un curioso resultado: existe un número de teléfono llamado Teléfono de la Esperanza.
De las cosas que se entera uno…
Hoy se supone que iba haber una quedada de gente de Imaginarium, por unas cosas u otras al final alguno no pudo, otro no dio señales de vida y otros no concretaron la hora. Total, que presentarme en un lugar en el que ni iba estar ni se me espera pasé de hacer viajes para encontrarme con el marrón que comporta estas cosas: que al final estoy siempre sólo si quiero hacer algo bien hecho.