Hace muuuuucho tiempo atrás dije que algún día le dedicaría una entrada a este videojuego. Hoy le toca, y le toca por cansino. De entrada excusarme porque ni me lo he terminado. Motivos no me faltan. Y es que este título de Square Enix, a pesar de abarcar un género que me encanta como es la estrategia unido al RPG, siendo además una franquicia como los Final Fantasy, tenía unas altas expectativas de encontrarme un videojuego que me garantizara horas de diversión. Sin embargo, el efecto ha sido todo el contrario: horas de aburrimiento. Dicho título fue lanzado en octubre del 2003 para la Game Boy Advance, la portable de 32bits de Nintendo y formaba parte de ese regreso de la vieja compañía de Square al mundo de Nintendo, junto a otra franquicia para Game Cube como eran los Chrystals. Final Fantasy Tactics es una secuela que brilla por la ausencia del impacto que tuvo su predecesor en 1997 para la PSX, guardando tan solo alguna relación como es el mundo en el que se halla (Ivalice). ¿Qué aporta este videojuego?
Sinopsis
Marche, llegado recientemente al pequeño pueblo de Ivalice, es un muchacho tímido y poco hablador al que pocos aprecian en su nueva escuela. Para ellos es únicamente «el chico nuevo» y no parece querer hacer nada por remediarlo. Allí conoce a Mewt, un chico huérfano de madre que siempre lleva junto a él un oso de peluche y que siempre es el blanco de todas las burlas, y a Ritz, una chica de armas tomar y a quien no le importa enfrentarse a cualquiera que sea necesario. Un día tras acabar las clases, los tres comienzan a hablar y deciden reunirse para leer un sucio y viejo libro encontrado por Mewt en el que se encuentran escritas una serie de runas antiguas que en un principio no parecen tener ningún efecto.
Esa misma noche algo cambia, y Marche desaparece sin darse cuenta de su cama en el pueblo de Ivalice para ser transportado mágicamente al país de Ivalice, donde conoce a un moguri llamado Montblanc y con el que traba rápidamente una amistad mientras este ayuda a resolver sus dudas sobre el extraño mundo al que ha llegado
Pero la aventura y los secretos no han hecho más que comenzar…
Opinión personal
- Su historia es prácticamente inexistente, a priori se plantea bastante atractivo el argumento, típico, pero asequible. Sin embargo, al tratarse de un RPG con escasas capacidades de exploración donde prima el tablero de batallas, unas batallas larguísimas y cansinas que no hacen sino repetir los mismos comandos una y otra vez, con un guión nefasto que no hallaremos… a parte de lento en su desarrollo, nos empujará a dejarlo si por la historia vamos a jugarlo.
- Su aspecto gráfico es muy agradable y adecuado para el formato de la pequeña GBA, sus magias y sus escenarios son una pequeña delicia del 2D isométrico. Pero con esto no tendremos suficiente sino está acompañado de una buena jugabilidad. Y aquí es donde hace aguas este título: sus batallas pueden no representar ningún reto, ser tediosas y largas, repitiendo los mismos comandos, acabando por hacernos aburrir delante de la pantalla.
- Apenas hay, debido al bajo guión, una buena interacción que nos permita conocer a los personajes. Es más, nunca controlamos los personajes a menos que sea en batalla. Y esto, le hace perder muchísimo. Sin exploración, por muchos elementos clásicos de un RPG que tenga… todo hace aguas en mi opinión.
- Tiene un buen apartado sonoro, pero puede acabar siendo repetitivo por la misma mecánica de juego que tiene.
- Hay un gran número de oficios e items, quien disfrute con ese tipo de cosas puede realmente entretenerse mucho en este título. Quienes no estén acostumbrados, les producirá un caos al principio ya que tendrán que acostumbrarse a la abrumadora posibilidad de elegir oficios y objetos.
Conclusión
No recomendaría dicho juego si buscas un RPG al uso, con su exploración. Si buscas algo puramente de batallas y estrategia, encontrarás un título interesante hasta que veas que no hallas reto alguno. Abstenerse los que busquen una historia, porque no encontrarán nada que se le parezca. Tiene una estética para todos los públicos, claramente algo propio de la GBA.