Una de mis grandes sagas siempre ha sido la de los Castlevania, también conocida en japón como Akumajou Dracula. Hoy me permito, gracias a la emulación, el lujo de haberme jugado el título que salió para la extinta SEGA Mega Drive, videoconsola de 16-bit que hace muy poco celebra el 25 aniversario. El juego en cuestión fue conocido como Castlevania: Bloodlines en Norteamérica y como Castlevania: The New Generation en el mercado Europeo, en marzo de 1994. En japón se le llamó Vampire Killer. Este título de escasa duración, 6 fases o stages con subfases a su vez, no es que fuera precisamente largo, pero si destacaba por algo era por su enorme dificultad y complejidad de manejo. Veamos a fondo esta pieza del pasado.
Sinopsis
En 1897, la larga guerra entre la humanidad y Drácula llegó a su fin, y Drácula fue dejado en un descanso eterno por Quincy Morris, un descendiente de la familia Belmont. La paz se restableció a Europa, hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, que transformó el continente en un mundo oscuro lleno de matanza y violencia. Al comienzo de la guerra, en junio de 1914 en Sarajevo, el príncipe heredero de Austria fue asesinado. Se dijo que una mujer hermosa extraña estaba involucrada dentro de las sombras. Su nombre es Bartley Elizabeth. Con el fin de revivir a su tío, el conde Drácula, se llevó a cabo una ceremonia profana que causó la guerra, dando la posesión de las almas humanas de Europa.
Y ahora, dos siluetas se pueden ver cerca del castillo de Drácula. John Morris, un descendiente de la famosa familia Belmont que fue dócil a su destino para luchar contra los vampiros día y noche, y Eric Lecarde, cuya novia se transformó en un vampiro cuando Isabel fue revivida. Después de que Drolta Tzuentes resucitara a Elizabeth Bartley, viajaron por toda Europa para llevar a cabo la resurrección del Conde Drácula. John Morris va a detenerlas y Eric Lecarde le seguirá. Aquí escogeremos cuál de los dos protagonistas controlaremos para liberar al mundo de esta maldición.
Opinión personal
- Como la gran mayoría de esta saga, su apartado sonoro y musical es la parte más destacable. Brilla por exprimer el potencial de la Mega Drive en sus inicios como videoconsola, ya que posteriormente con la SEGA CD y la 32X la posibilidad de implementar audio digitalizado conllevó un gran salto cualitativo con el que no sería justo comparar. Algunos de los temas destacables de este juego los tendremos ya desde el inicio y son muy pegadizos.
- Su historia nos ubica en el siglo XX en las últimas etapas de la historia de los Castlevania, puesto que posteriormente vendrían los títulos de la NDS de forma cronológica para entenderla. Teniendo en cuenta que no es la historia lo que más se potenciaba en aquella época, llama la atención por aportarnos un pedazo de argumento que nos ubica más en el mundo de esta serie. Y para mi opinión, quizás Eric Lecarde por el manejo de la lanza sea el innovador, ya que John Morris aunque sea el heredero del Vampire Killer, deja mucho que desear por la jugabilidad y porque estamos frente al uso del látigo ya muy visto (recordemos que en aquella época ya habían salido muchos títulos como para NES, Game Boy y Super Nintendo con el uso del látigo).
- Desde el apartado gráfico podemos comentar que es bastante cuidado, con unos scrolls en algunos niveles que nos obligarán a jugar con varios planos para sortear los saltos, mucha fluidez en los sprites con un ritmo rápido de juego, de hecho incluso excesivo en algunos momentos. Quizás tiene un apartado algo oscuro que recuerda en buena medida al visto en el Super Castlevania IV que luego no se ha repetido tanto en la saga donde han apostado por sprites y entornos más coloridos (Simphony of the Night, Harmony of Dissonance, Dawn of Sorrow, etc). Sin embargo las animaciones están muy bien logradas, no así su control.
- La jugabilidad es el aspecto donde más se estropea este título. Tenemos para escoger el modo dificultad fácil y el normal, luego una vez pasado en normal el modo experto, pero aviso para navegantes: el modo normal es horriblemente difícil. Comenzaremos en una primera fase que es asumible y podemos divertirnos, pero a partir de la segunda la cosa se endurecerá e irá escalando en dificultad hasta llegar a situaciones ridículas y absurdas como avanzar en un castillo invertido en el que estaremos bocaabajo, esquivas ataques mientras subismos por escaleres que se mueven haciendo espirales y que nos obligaban a movernos desde el principio si caemos… hasta encontrarnos con enemigos que son capaces de quitarnos el doble o el triple de vida de lo que nosotros les quitamos. Ya por no hablar de aquellos enemigos finales de pantalla donde debemos acertar cómo se les derrota ante un avasallamiento de ataques que recibimos.
- Por tanto, y lo reconozco, aun a pesar de jugar en un emulador como Gens32x Surreal donde puedo guardar la partida en cualquier momento, al final para poder completar el juego sin tirar de continue, tuve que usar códigos game genie en la fase 5 en el enfrentamiento contra la columna mágica.
- En resumen, es un título para que lo jueguen a los que les va un reto, pobres niños que jugaron a esto en aquella época, debieron de frustrarse…
Conclusión
Un buen y único juego de la saga para la Mega Drive, que brilla en su apartado sonoro, notable en gráficos, pero una jugabilidad demasiado retorcida y compleja si queremos pasárnoslo. Solo para los aficionados y quienes les guste sufrir perdiendo con un clásico.