Hace unos meses atrás me hice con una copia freeware que desde la propia web de Blizzard Entertainment pusieron disponible al público de este juego de plataformas y acción, como si de una película de finales de los ’80 se tratara, donde controlábamos a Kyle Blackthorne en su aventura para liberar los Androthi del yugo de Sarlac. Concretamente he jugado al final la versión de SNES que data de 1994, pero como he dicho es un videojuego que fue publicado para otras plataformas como PC bajo MS-DOS, para la Sega 32x e incluso versiones levemente remasterizadas como la de Game Boy Advance. Blackthorne es ni más ni menos que delos primeros videojuegos de la compañía que décadas después triunfaria con joya como la saga Warcraft, StarCraft, Diablo y el MMO World of Warcraft. Así que con este título volvemos a los orígenes de la compañía en los 16-bits.
En el mundo de Tuul existió una tradición entregada por un chamán de generación en generación hasta que un día nacieron unos gemelos los cuales quedarían bajo protección de distintas piedras tras el sacrificio de Thoros: la de la oscuridad uno, la de la luz el otro. A lo largo del tiempo conllevó la desgracia de separar la gente entre los que eran Androthi y los que siguieron el camino de los Ka’Dra’Sul. A los primeros que aceptaron la piedra les trajo prosperidad, pero a los segundos que la rechazaron fueron maldecidos de forma que la piedra los transformó. Ante esta situación, Sarlac toma el poder y decide formar un ejército con el que derrotar a los Androthi quienes son culpados de su situación. El Rey Vlaros, temiendo por la vida de su hijo Blackthorne, solicita ayuda al mago Galadril quien lo enviará a otro mundo… la tierra, para que algún día Kyle vuelva a Tuul para liberarlos del yugo de Sarlac. Aquí comenzará nuestra aventura en las minas donde son forzados a trabajar los Androthi para Sarlac.
Opinión personal
- Teniendo en cuanta la época en que fue lanzado, Blizzard hizo un esfuerzo por crear un plataformas con acción con una historia sólida y con lo que mejor se les daria en el futuro: orcos de por medio. Y para ello unió viajes temporales y mundos alternativos. Cabe decir que durante el juego en raras ocasiones tendremos diálogos, por lo que para comprender cómo nos metemos en dicha historia hay que recurrir de algo que hoy día prácticamente está desapareciendo: los manuales de toda la vida. La mitad de éste ocupa la historia de Kyle Blackthorne y del mundo de Tuul y nos ayudará a situarnos en la atmósfera de este clásico.
- Tras ese argumento inspirado en el cine de finales de los ’80 y principio de los ’90, controlaremos a un protagonista que cumple con los estereotipos de la figura-actor de acción de época, una especie de Rambo. Inclusive con movimientos de descanso en los que parece que esté echando una calada a un cigarrillo (o eso me parece a mi…) y con su escopeta deberemos repartir tiros en combates donde la pericia más que el disparar por disparar serán muy importantes. Casi recuerad a los duelos del oeste puesto que debemos combinarlo con la opción de amagarnos/esquivar. Y junto a ello, se unirá todo un plataformeo de un nivel bastante exigente puesto que no solatar en el bloque de sprites adecuado, puede conllevarnos caer en un precipicio en el cual diractamente muere Kyle.
- Por tanto, en la mezcla de acción por duelos y de plataformas exigentes, se unen elementos que deberemos saber resolver para avanzar como encontrar las llaves para desactivar portales que bloquean el paso, llaves que crean puentes o saber usar astutamente los levitadores que consigamos. Dividido en 4 grandes escenarios con una cantidad cierta de niveles en cada escenario pasaremos desde las minas hasta el castillo de Sarlac para poder derrotarle.
- Gráficamente estamos ante unos píxels muy bien colocados con unos movimientos muy fluidos y agradables que podremos apreciar al correr o saltar. Sin duda parece tener inspiración en el clásico Prince of Persia en cuanto a su estilo de jugabilidad de plataformas. Se añadirá además que entre escenario y escenario, disfrutaremos de una breve escena a sprites de las órdenes de Sarlac a sus secuezas Ka’Dra’Sul, así como la escena del final tras derrotar a Sarlac (si es que podéis claro xD).
- Tiene un buen sonido, de calidad, pero es repetitivo a más no poder hasta el punto que prácticamente la música ni la notaremos para ambientar ya que prestaremos más atención a los sonidos que nos indicaran cuando debemos atacar o movernos para una palanca.
- La jugabilidad es muy elevada como viene siendo lo habitual en estos clásicos que estaban orientados a un público mucho más hardcore que los casuales de hoy día. Incluso jugando bajo emulación que puedo guardar continuamente, hay momentos que son difíciles y hacen sino evocar que solamente con grandes dosis de paciencia y ganas de hacer partidas perfectas se podía avanzar en dicho juego. La batalla contra Sarlac es un despropósito. Si bien visualmente puede ser agradable los movimientos que tiene, a la hora de controlarlos son horrores. Le faltó mucha más precisión en los controles para los saltos y también para hacer rápido el movimiento de esquivar no hacia el fondo sino hacia los costados, algo que necesitaremos hacer sí o sí frente a Sarlac.
- Es largo no tanto por escenarios y niveles, sino por la dificultad que entraña.
Las minas de Tuul.
Una lucha frente a un Ka’Dru’Sul.
Conclusión
Si buscas un reto dentro del género de los plataformas y te gustan los juegos de la Super Nintendo, disfrutarás bastante. Si no te gustan los juegos con mucha dificultad, con poca variedad de mecánica de juego o no soportas lo terrible que se hace el control de los juegos de 16-bit… mejor no lo toques.