Ya ha pasado todo un año desde que un día como este, hiciera una promesa a alguien a quien consideré especial. De todas formas, y a pesar de esforzarme cuanto pude por estrechar una amistad que rechazó, solamente logré la total y absoluta indeferencia sumiéndome a mi mismo en la desesperanza de lo amargo que significa aquello que es más que amar.
Soy polvo de una raza de hombres que mueren en estos tiempos; y ningún lugar ni nada en este mundo lo cambiará.
¿A caso ha muerto?
Ignoro la respuesta, pero sí sé que no podría ya habitar en mi alma cautiva de esta prisión que la tortura.